Muchas veces al realizar algún diseño, canción, video, texto o cualquier forma de expresión de ideas usamos como base o inspiración algunas obras ya existentes. Hay una gran diferencia entre simplemente copiar una parte del objeto original a utilizar ciertos elementos que nos parezcan adecuados. La originalidad es un concepto que reposa en los ojos de quien la ve, pues al igual que la belleza, depende de quién le asigne el término de original. Un plagio puede pasar por original para quien desconozca la obra de la que se copió, pero otra cosa muy distinta es encontrar referentes o similitudes de una cosa en otra.

Me gustaría comentar un caso que fue algo sonado sobra la película de El Rey León de Disney que salió en cines en 1994, de la cual se llegó a decir que era un plagio del anime Kimba, el León Blanco, serie transmitida en Estados Unidos en los años sesenta, teniendo alrededor de treinta años de diferencia. Entre ambas producciones hay muchas similitudes en la historia y cuadros, y basta con darles un vistazo para darse cuenta que hay mucho de Kimba en Simba.
Creemos que la intriga causada por el hecho de que posiblemente una película de Disney ganadora del Oscar plagiaba a una caricatura japonesa, fue aprovechada para tener titulares llamativos, porque aunque hay similitudes, no es una copia, no se pude negar que Kimba inspiró a Simba, y resulta ser mucho más parecida que a Hamlet, obra teatral de William Shakespeare, que dijeron los productores de El Rey León fue la base principal del argumento.
Es inevitable que alguna obra tenga referentes o similitudes con otra y muchas de las personas que trabajaron en El Rey León, crecieron viendo la serie de Kimba, la cual seguramente funcionó fuente de inspiración. Como seres humanos nos desenvolvemos en un entorno social y constantemente estamos asimilando e interpretando todo lo que nuestros sentidos nos permiten. Llevamos en nuestras mentes todo un mundo de ideas que referencian a la cultura de la que formamos parte.
Si fuéramos completamente originales nadie nos entendería, por eso todas las ideas expresadas por el lenguaje o las imágenes siempre están ancladas a referentes culturales y de la naturaleza, incluso aspectos abstractos como las ideas de la felicidad y el temor, que aunque las sentimos de manera diferentes todos las comprendemos, cabe aclarar que la comprensión de las sensaciones mencionadas se asocian a distintas expresiones faciales y comportamientos en diferentes culturas, por lo que están ligadas a su contexto.
Crear algo completamente nuevo es imposible, pero es posible copiar sin querer hacerlo, pues podemos llegar a conclusiones e ideas similares aun en contextos completamente diferentes. Cuando llega la hora de dar rienda suelta a nuestra creatividad, ya sea para resolver un problema o para realizar algún proyecto artístico, recurrimos a toda la información de la que disponemos, así funciona el proceso creativo, no podemos ser comprendidos si no empleamos referentes.
La referencia es un elemento muy recurrido en todas las sociedades, por ejemplo la autoridad y las leyes son un referente de conducta,pero lo más destacable en la actualidad son los referentes de ficción en nuestro mundo globalizado, es más fácil compenetrar con la mayoría de las personas empleado referencias de la cultura popular.
¿Copiar un concepto es malo?
Copiar es bueno y es parte de nuestra naturaleza humana, el conflicto con la copia reluce cuando hay intereses implicados, pues siempre que una obra sea capaz de aportar algún tipo de beneficio, autoritario y monetario principalmente, se peleará por dicha cuestión. En el caso autoritario me refiero a las mitologías de algunas religiones, que tienen poder porque determinado texto sagrado o prueba divina determina la soberanía de un mandatario. Copiar será bueno cuando se tenga un acuerdo con el creador o quien posea los derechos de autor.
¿Cuándo estoy copiando y cuándo es solo inspiración?
La copia es parte del proceso de la inspiración, que es parte de otro proceso aun mayor la creatividad. Nosotros generalmente nos damos cuenta cuando estamos realizando un plagio, no es algo que se descubra a mitad del proceso, aunque se puede dar la situación en que tenemos algo tan asimilado que lo estemos copiando sin darnos cuenta. El plagio es un robo pues es la apropiación de una obra ajena y esta acción se ha dado a lo largo de toda la historia desde que el hombre comenzó a crear cosas y reclamar su autoría, ningún campo escapa del plagio, ciencias o artes cualquier objeto puede ser copiado.
El proceso creativo muchas veces es inconsistente, alternamos información hasta crear algo nuevo, una idea nos hace surgir otra, pero hasta que las trabajamos podemos lograr una idea novedosa. Copiar y cambiar ciertas cosas para que no sea vea tan similares al original nos hace caer en el plagio, lo cual no está mal, siempre que no te reclamen por ello o no te descubran, pero en la actual era de la información y con internet es muy fácil ser sorprendido copiando. Por ello te recomendamos trabajar con tus propias ideas, aun cuando después descubras que son muy parecidas a otras, con ello lograrás tu propio estilo y reconocimiento por él. La linea que separa un plagio de la inspiración es muy ambigua, cada persona puede determinarla según sus propios intereses y visión ¿cuándo se comete plagio y cuándo es sólo inspiración?
Comparte tu opinión con nosotros
¿Para ti que es plagio?